En el colegio San Miguel el alumnado de 3º y 4º ha podido comprobar como todos podemos reír, jugar, comprender, ayudar, soñar, disfrutar…
Un lugar
acogedor donde pudimos intercambiar mensajes como el color de la alegría. Unos
pequeños participativos y entregados, que marcan la diferencia con unos
comentarios que indican cómo la lucha hacia la igualdad, cada día que pasa,
parece tener mejores resultados. Para ellos, las personas al igual que las aves
son diferentes en su vuelo pero iguales en el derecho a volar.
Un horizonte por alcanzar en el que todos estábamos de
acuerdo en que necesitamos ser amados y en el valor de poder sentir que nos quieran.
A veces cuesta aceptar lo desconocido y tenemos
miedos, sin embargo, la única discapacidad a la que hay que temer es a la de no
tener corazón.

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