Ha sido una mañana preciosa, llena, completa de colores y miradas, de juegos y manos arriba, en deseo y fuerza para decidir y participar.
Sentados en asamblea conversan y aprenden, se percibe un aire de fiesta, disfrutan, cantan, y María les acurruca con su voz, ternura para el aprendizaje, sensibilidad para vivir, cariño para crecer, gracias por este regalo María.
Dibujan un corazón, dos, corazones que escuchan música y bailan, el superhéroe corazón, la escuela de corazones, el gran medio corazón, el corazón despierto, el cocodrilo que pensaba corazones, todas las formas exactas con las que un adulto sueña con disfrutar y retener para continuar viviendo y aprender de la vida.
Isabel les habla y participa de su creatividad, compartiendo cada trazo de corazón, cada presencia de su dibujo, cada minuto en el que dejan su rastro. Gracias Isabel, gracias por tu bonito trabajo.
Pasan los días y los talleres, y nos acostumbramos a encontrar maravillosas personas ocupando un lugar preferente en una profesión extraordinaria. Gracias a todos y todas las maestras que nos están acompañando, nos hacéis creer en esta preciosa vocación.


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